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domingo, 7 de junio de 2020

Bienvenido Presidente Bukele Ortez. Veamos que tan bien baila, dice Amanda y Cristóbal


El 31 de Mayo 2020, comenzó el nuevo baile de Bukele Ortez con la naturaleza, al despertarse con los azotes del temporal Amanda y oír a tempranas horas de sus asesores, sobre los primeros eventos catastróficos inmediatos, ocurridos en la periferia del Gran San Salvador, durante la intensa lluvia que alcanzo un promedio de 310 milímetros de precipitación pluvial.  Agarraron por sorpresa a la mentalidad Bukelista porque se encontraron que no tenían activado el Sistema Nacional de Protección Civil, quienes improvisando comenzaron a demandar la activación de los mismos, generándose los primeros reportes de los daños sufridos en el territorio salvadoreño.  Escuchando hasta más tarde sobre la destrucción provocada por Amanda, comenzó la primera tanda de baile para los Bukelistas.

Ya con conocimiento de causa sobre los desastres de Amanda, se dieron cuenta que por estar ocupados en los enredos del COVID-19, y la necedad de no asistir a rendir el primer informe de su mandato a La Asamblea Legislativa. La naturaleza les puso un paro a su antojadiza rebeldía y les obligo a darse cuenta que no podía continuar demandando los encierros domiciliares a la población.  Pronto comenzaron a realizar que la cuarentena se había roto y con alegría maléfica, celebraron el nuevo brote de contagio del COVID-19, que se daría en los albergues de la población afectada por la tormenta tropical porque desde hacía días un total de 24, municipios no reportaban nuevos casos.  La tormenta tropical le daba el vehículo perfecto para alcanzar al final las cifras proyectadas de infectados para operar su obra magnifica el Hospital más Grande de Latinoamérica.

La segunda tanda del baile con la naturaleza, arranca con Cristóbal con los suelos bien húmedos del territorio nacional, la tormenta tropical continúa su rumbo, poniendo un estado de ALERTA ROJA en las municipalidades, hasta destruir infraestructuras de todo tipo que cedieron ante las constantes lluvias torrenciales.  Los Bukelistas abatidos por las intensidades de las tandas del baile de la naturaleza, realizan que sus planes nunca revelados por cambiar el sistema democrático salvadoreño, no lo podrán realizar.  Los Bukelistas al verse acorralados por las constantes danzas de la naturaleza, comienzan con la propaganda barata de culpar a las anteriores administraciones del ejecutivo, al mal manejo del sistema de salud pública, a los empresarios salvadoreños desconociendo a ANEP, vetando el decreto legislativo 648, y amenazando con cerrar empresas si inician operaciones.

No hay duda que las tandas bailadas con la naturaleza, han ayudado a poner una nueva tonada al baile con los Bukelistas, al reconocer que han sido negligentes en el manejo de las emergencias tanto de salud como de desastres naturales.  Pero gracias a estas tandas bailables, nos han ayudado a comprender que la reconstrucción de la infraestructura dañada por las tormentas tropicales, dejan en evidencia que la recuperación de lo destruido tardara años en su reparación y recuperación de lo destruido, pasara más allá del mandato del gobierno de Bukele Ortez, porque el gobierno de El Salvador está quebrado.  

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