El año
2013, abre sus puertas con la noticia que nuestros cafetales y nuestra economía,
están arroyados por la Roya del café, los sabios caficultores pusieron a su
debido tiempo, el grito en el cielo sobre las consecuencias que traerán para los
cultivadores del café y para la economía salvadoreña, la infestación de la Roya
en los cafetales, si este no se combatía a tiempo, dando facilidades
financieras para siembras de nuevas variedades resistentes como insumos agrícolas
para el combate del hongo, pero como siempre hay mas de algún desentendido,
sobre el valioso aporte que da el cultivo del café en nuestra economía,
presenciamos con asombro como el Ministro de Agricultura del gobierno del FMLN,
se hizo el sordo y el desentendido, dando su ridícula declaración: No se,
estamos evaluando declarar la alerta……
La alerta será dada por el Ministro de Hacienda, cuando no tenga fondos
para cubrir el déficit fiscal por la falta de dólares por la caída de las exportaciones
del Café.
El
siguiente golpe inesperado del primer trimestre del 2013, nos lo dan con los
Municipios Libres de Violencia como resultado de la Tregua entre las Pandillas. Al pueblo salvadoreño no le cae en gracia,
esta burla al Estado de Derecho porque la mayoría de salvadoreños somos
laboriosos y respetuosos y buscamos día a día con modestia, ganarnos el sustento
diario, produciendo un salario honradamente.
No como
lo hacen los pandilleros a base de Ira y de Envidia, planificando desde los centros
penales, las Extorsiones y Amenazas contra la vida de los ciudadanos salvadoreños,
demandando dinero al pueblo trabajador para mantenerse ellos como los
Perfectos Haraganes del Barrio, quienes encontraron ganancias y enlace permanente
dentro del Crimen Organizado a costillas de la inseguridad ciudadana. Los salvadoreños honrados no podemos ampliar su
financiamiento, ni ratificar su fuente de recolección de dinero sobre la base de
la intimidación, ni creyendo que los municipios libres de violencia, contendrán
la espiral de la violencia holgazana, montada en base a la Matonería, debe
dominar el imperio de la Ley y el Orden para que funcione nuestro estado democrático.
La Fundación
Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social, nos recuerda que debemos,
demandar al gobierno del FMLN y Asamblea Legislativa, mantener el Acuerdo para
la Sostenibilidad Fiscal, así como la elaboración del marco jurídico de
Responsabilidad Fiscal para la Sostenibilidad y el Desarrollo Social. En vista que todavía no contamos con un nuevo
plan de ingresos y gastos para el 2013, que refleje una política publica Real
de Ahorro y Austeridad que nos rescate de la tentación de continuar financiando
los gastos corrientes del estado salvadoreño con prestamos internacionales. Bien señala el Fondo Monetario Internacional
que El Salvador tendrá un crecimiento del 1,5 % del Producto Interno Bruto para
este año, mal hace la Partidocracia, obstinarse a la tasa prevista por el
gobierno del FMLN de cerrar el 2013, con 2,7 % del PIB, tras el acuerdo de
sostenibilidad fiscal.
Queridos
lectores pueden ustedes concluir que todo esta entre lazado y que estamos al
borde de un colapso económico como social porque nuestras autoridades del poder
Formal, no captan que vivimos en una crisis financiera Mundial y que nuestros
principales productos de exportación han tenido un retroceso. Misma intranquilidad tiene nuestro tejido
social que genera inseguridad en la ciudadanía porque las Pandillas, no
comprenden que con su menosprecio a la vida, a las libertades individuales,
solo nos generan angustia y desesperación en las comunidades, en los barrios y
en los pueblos. Porque el salvadoreño no
puede vivir y disfrutar de su vida a plenitud porque siempre existe el temor a
la matonería pandilleril, quienes con su gula, su ira y su envidia, no permiten
la creatividad individual de los ciudadanos salvadoreños. Un nuevo espacio de esperanza, se abre con la
Fundación Humanitaria, quienes buscaran llegar a las estructuras juveniles para
evitar el ingreso a las pandillas.
Porque tanto
los Pandilleros como la Partidocracia no quieren corregir su avaricia, su gula,
su ira, su envidia y su pereza para terminar de una vez por todas con esa forma
de vida y dedicarse a ser productivos y honrados, respetando el bien y el orden
de nuestra sociedad. Los salvadoreños
continuamos insistiendo en hacer a un lado las diferencias y contradicciones que
tiene nuestra cultura y dediquémonos a interpretar las señales que nos da
nuestro diario vivir para alcanzar nuestra convivencia pacifica como una gran
familia y alcancemos el ritmo de nuestra evolución dentro de una sociedad
globalizada.