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jueves, 1 de febrero de 2018

Todo está dicho….


Tal como lo hemos leído, oído y visto todo está dicho desde que comenzamos con los gobiernos del FMLN, encabezando con el incremento de plazas en la presidencia de la república, pasando de 758 a 2,731 plazas en lo que va del gobierno Efemelenista, aumentando el costo salarial del presupuesto de la nación en $33.5 millones.  Siguiendo con el mismo comportamiento irracional de mantener los privilegios burocráticos dentro del presupuesto general, la Asamblea Legislativa, no disminuyo su presupuesto de $58.2 millones, al contrario estuvo intentando durante sus discusiones legislativas, reducir el presupuesto de la Corte Suprema de Justicia como de la Fiscalía General de la Republica y de varios ministerios del ejecutivo, menos cavando la seguridad y los derechos fundamentales de los salvadoreños.

Llegando a la conclusión los analistas económicos que para el presupuesto fiscal del año 2018, no hubo ajustes para las dos ramas gubernamentales que determinan el saneamiento y equilibrio del déficit fiscal del gobierno salvadoreño por el contrario optaron por mantener la vieja práctica: Privilegios partidarios del buen vivir a costillas del pueblo.  Escogiendo la vía más fácil, endeudar al país al mediano y largo plazo.  Votando los legisladores para adquirir financiamiento atreves de bonos y préstamos, a pesar de las advertencias hechas por el Banco Interamericano de Desarrollo a los partidos políticos de buscar otras alternativas de recortes y ajustes presupuestarios, argumentándoles en su informe, el estado alarmante de la deuda estatal por superar el 61% del PIB.

Las necedades de los efemelenistas y de los partidos políticos, afines a ellos en las votaciones legislativas, prefirieron no hacer el esfuerzo requerido para ajustar el presupuesto de la nación y alcanzar la sostenibilidad fiscal, convirtiendo sus boberías en las causantes del impago a los proveedores de medicamentos, zapatos y uniformes escolares, subsidio a las distribuidoras de gas y electricidad….Todo está dicho.

Las actitudes irresponsables del ejecutivo y del legislativo, al no querer buscar una sostenibilidad viable al déficit fiscal.  Queda como única tabla de salvación de la economía, el empresariado salvadoreño para hacerla crecer y frenar la deuda contraída por el gobierno Efemelenista.  Cuesta arriba y conscientes del bajo crecimiento industrial, la Asociación Salvadoreña de Industriales: Considerando insuficiente su manufactura para influir positivamente en el incremento del Producto Interno Bruto.  Demanda del gobierno Efemelenista la aprobación de la ley de Simplificación Administrativa, dicha ley, facilitaría la tramitología y reduciría los costos en la formalización de los negocios.

Buscando el empresariado, la agilización del comercio exterior y la competividad de los productos salvadoreños y la atracción de la inversión extranjera directa.  Lastimosamente el gobierno Efemelenista veta la nueva ley porque no le interesa aumentar la productividad ni la competitividad del empresariado ni el crecimiento del empleo formal salvadoreño.  Negando al aporte empresarial: Equilibrar el PIB y generar empleo.  Actitudes como esas, nos descalifican ante el comercio mundial y ante la población salvadoreña….Todo está dicho.

Dejándonos a despensas del único rubro económico generador de divisas: Las remesas familiares, lo que no previeron, fue el cumplimiento de las promesas de campaña del presidente Donald J. Trump, combatir la inmigración ilegal.  Para sorpresa del gobierno de los efemelenistas, la administración Trump, la emprendió contra la comunidad salvadoreña viviendo en la ilegalidad por encubrimiento de los pandilleros MS.

Gracias a las malas conductas y crímenes salvajes de los pandilleros salvadoreños dentro de las comunidades estadounidenses, hacen que suframos el embate de la eliminación de ciertas facilidades migratorias que gozaron nuestros compatriotas hasta el 9 de Septiembre 2019.  Poniendo un nuevo en apretón a la economía nacional, al no contar con un flujo constante de las remesas familiares.  Rubro económico que aporto en su mejor momento el 18% del PIB.

Dadas las nuevas políticas migratorias estadounidenses hacia los salvadoreños acogidos al Temporary Protected Status, influirán negativamente en la economía salvadoreña: Desequilibrara las reservas internacionales para hacer le frente a la balanza comercial de pagos de bienes y servicios.  Pero no todo está perdido, los connacionales que sean deportados por no calificar o por su ilegalidad migratoria, traerán conocimientos innovadores para la construcción, para los restaurantes, para los servicios de jardinería y para las otras labores desconocidas para nuestra economía.

Los tepesianos salvadoreños, abrirán la puerta de nuestro nuevo renacer económico, fundando pequeñas y medianas empresas que generaran más empleos fórmales.  Estamos por abrir una nueva puerta que hemos estado esperando apartar desde 1979, cuando se dijo que con las reformas económicas y agrarias transformaríamos a El Salvador, de perdida la  ganamos….Todo está dicho.