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martes, 7 de febrero de 2012

Fuimos 25.000, Mil…..

Cuando menciono la cifra de veinte y cinco mil, me refiero a los Caficultores que desarrollaron El Salvador sembrando y cultivando Café, estoy relatando un pasado glorioso del desarrollo territorial basado en la caficultura.  Los caficultores, fueron capaces de tomar el reto de su generación y con ese empuje empresarial desarrollaron una empresa Agroindustrial Salvadoreña que fue ejemplo para otros países que buscaron cultivar café para desarrollar sus economías.

Estos veinte y cinco mil caficultores para lograr su objetivo generacional y el retorno de su inversión en el grano de Oro, tuvieron que controlar el flujo de efectivo para sus fincas cafetaleras, el beneficiado, la comercialización y exportación del grano por lo tanto, crearon la Asociación Cafetalera, entidad principal que gobernó la Compañía Salvadoreña del Café, quien procesaba, comercializaba y exportaba.  La cafetalera gobernaba además, el Banco Central de Reserva de El Salvador y el Banco Hipotecario, el esfuerzo de agremiarse les garantizando la línea de exportación y financiamiento para el sostenimiento del cultivo del café.

La economía salvadoreña fue sostenida por años por el cultivo del café, hasta que los salvadoreños envidiosos de los caficultores planificaron su derrocamiento para ello, se prestaron los políticos de turno y decretaron leyes en detrimento del grano de oro, arrancando primero, el control de la Banca y luego el control de la Compañía, dejando a la Asociación sin poder.  Estas medidas decretadas contra la caficultura cerro las fuentes de trabajo e ingreso para miles de trabajadores del campo y la ciudad y llevo la quiebra del caficultor.

Terminado el ciclo destructivo de la caficultura, leo una noticia de La Prensa Grafica del 30 de Enero del 2012, que todavía sobreviven 13,000 mil cultivadores del grano de oro, estos ya no son como fueron los pioneros de la caficultura salvadoreña porque ya no tienen ningún control sobre la gobernabilidad del café porque están endeudados a largo plazo con el Fondo de Inversión del Café y el Fondo de Emergencia del Café, deuda que terminara de pagar otra generación de caficultores, será hasta ese día, quienes verán salir el rayo de oro que da el grano del café.